03 noviembre, 2014

#LaRonda (1): Prejuicios con las Micros

Me estreno en #LaRonda, mesa de debate abierto que surge de las propuestas que se pusieron sobre la mesa en la I Jornada de Bloggers Cerveceros, y que tiene como primer tema el propuesto por El Jardín del Lúpulo: ¿Qué prejuicios solemos tener antes de beber una cerveza artesana de microcerveceria española?

Al leer el enunciado, se me vino a la cabeza la definición más acertada para mí de la palabra prejuicio: Juicio u opinión ,generalmente negativo, que se forma inmotivadamente de antemano y sin el conocimiento necesario. En mi caso, normalmente no es una opinión negativa, sino todo lo contrario lo que me asalta al pedir una cerveza artesana de una micro que no he probado antes. Mi suposición, es que voy a beber una cerveza de calidad, por lo menos muy por encima de de las cervezas lagers industriales, antítesis de la cerveza artesanal de una micro.

Hace algún tiempo, en uno de mis posts, denuncié que debido a la proliferación de nuevos productores, algunos se habían subido al "carro" de la moda de la cerveza casera, poniendo a la venta un producto en unas condiciones no óptimas, que no justificaba su precio. El responsable de la micro respondió a mi post (muy educadamente), comentando que yo no tenía suficiente conocimiento para acusarlo de subirse a ningún carro. Podemos discutir sobre cuánta razón tenía cada uno de nosotros, pero el tema es que esa mala experiencia me generó un prejuicio sobre sus cervezas que aún no he podido superar.

Actualmente creo que ese es el mayor problema que nos encontramos ante una cerveza artesanal, que cumpla con las condiciones adecuadas para su venta, con un correcto tratamiento durante toda la cadena de distribución. El problema de la carbonatación, ya sea por exceso o por defecto se está multiplicando de manera alarmante.

A mí particularmente sí que hay muchas cervezas de micro que me sorprenden gratamente, otras simplemente las encuentro normalitas, pero las hay que las encuentro francamente mediocres.

El principal problema, y que lleva camino de convertirse en mi prejuicio, es que uno no sabe que va a encontrarse al abrir la botella, entre mezclas poco afortunadas con casi cualquier cosa y cervezas no suficientemente curradas como para ponerse a la venta.

Nos encontramos ante una avalancha de cervezas para probar, y una mala experiencia con una cerveza en concreto puede dar al traste con el loable esfuerzo de sus creadores, extendiéndose a toda la marca, debido a la facilidad con la que corre la información por la red.

Por tanto, ahora, cuando voy a probar una cerveza que no conozco, se me viene a la mente una canción...


3 comentarios:

  1. Por suerte esa sensación que describes de encontrarte con "a saber qué diantres" no es tan frecuente, es más diría que a día de hoy hay muchas más gratas sorpresas que malas... pero bueno, en un mercado tan joven por supuesto las hay de buenas y de malas... Prefiero quedarme con lo bueno :D. Saludos!!

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    1. Sí, esa sensación en muchas ocasiones es más que positiva. Hay cerveceras, que tras haber probado una de sus cervezas estás deseando ver con que te sorprenden en la siguiente.
      En un mercado nuevo, todos buscan la manera de establecerse, y la originalidad es un valor a tener en cuenta.
      Éste es un mundo organoléptico, por lo que lo que a mi me parece rico, a otra persona le puede parecer un desatinado. Pienso que poco a poco, todo se irá asentando y gozaremos de unas cervezas de gran calidad en nuestro país, porque ya las hay, y porque la relación de nuestra tierra con la gastronomía es más que relevante y la cerveza de calidad ha llegado a este mundo para quedarse gracias a las micros y pequeñas cerveceras que hacen un producto de calidad y diferenciado.

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  2. Hace unos meses escribí un artículo para una pequeña publicación de un amigo se titulaba "De la Microcervecería tradicional y local a la urbanita y global"... creo que mi principal problema es que adquirí mi cultura de micro en Europa, donde predominaban las primeras, por eso no participo de este tema. Creo que el principal reto y problema de las microcervecerías españolas es tratar de diferenciar su producto dentro de una vorágine de productores, que por desgracia todos se parecen mucho, por que básicamente la mayoría de ellos maman del mismo origen y el caracter local ya no les diferencia del resto... es cierto, la mayoría son negocios jóvenes que cometen errores de elaboración, pero cada vez es menos frecuente. La verdad que es un tema muy complejo

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