País: Colombia
Productor: Indurcev
Estilo: Dortmunder/Helles
Servir en: vaso lager
Puntuación (Septiembre-2014)
Ratio ratebeer: 21/33 %
Puntuación ratebeer: 2.67
Mi puntuación: 5.5/10
La última de las cerveceras colombianas artesanales que conocí (por su fácil acceso en supermercados) es Indurcev, responsables de las cervezas Apóstol, situada en Medellín.
Una de las cosas de agradecer de la cervecería son sus cuidados packs, uno de ellos con una copa bien bonita y cuatro cervezas del mismo estilo (en mi caso fue la Dubbel) y otro con una botella de cada una de las cinco variedades con alcohol que producen. Compré ambos a un precio bastante asequible.
La primera que nos llevamos al pico fue su Helles, típico estilo de Baviera, y que según lo que se indica en su web, lleva cuatro maltas, dos tipos de lúpulo y levas importadas de Alemania para su elaboración.
Nos encontramos ante una cerveza de color dorado con una excesiva capa de espuma blanca debido a su alta carbonatación, que hace que uno la tenga que servir con cuidado si quiere beber cerveza y no sólo comer espuma.
En nariz destacan las maltas pálidas, con un aroma más intenso que las lagers convencionales pero sin mucho más matiz. Al leer su reseña se indica que contiene malta ahumada, por lo que se intuye un débil aroma a humo, a caballo entre la sugestión por saber que lleva ese tipo de malta y la realidad.
El trago es muy fácil, quizás demasiado, ligero, malteado, poco dulce y con un ligero contrapunto lupulado, no suficiente para darle un carácter algo más marcado.
De nuevo, el exceso de carbonatación diluye su sabor, dejando un final seco y poco convincente. Con el gas correcto ganaría mayor peso en sabor, lo cual no le iría nada mal.
Nos encontramos ante una cerveza de color dorado con una excesiva capa de espuma blanca debido a su alta carbonatación, que hace que uno la tenga que servir con cuidado si quiere beber cerveza y no sólo comer espuma.
En nariz destacan las maltas pálidas, con un aroma más intenso que las lagers convencionales pero sin mucho más matiz. Al leer su reseña se indica que contiene malta ahumada, por lo que se intuye un débil aroma a humo, a caballo entre la sugestión por saber que lleva ese tipo de malta y la realidad.
El trago es muy fácil, quizás demasiado, ligero, malteado, poco dulce y con un ligero contrapunto lupulado, no suficiente para darle un carácter algo más marcado.
De nuevo, el exceso de carbonatación diluye su sabor, dejando un final seco y poco convincente. Con el gas correcto ganaría mayor peso en sabor, lo cual no le iría nada mal.
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