27 mayo, 2014

Arévaka P.K. 1895

Cerveza:  P.K. 1895
País: España (Castilla y León)
Productor: Cerveza Arevaka
Estilo: Belgian Strong Dark Ale
Servir en: Copa trapense, tulipa, vaso "Hoegaarden"

Puntuación (Mayo -2014)

Ratio ratebeer: --/-- %
Puntuación ratebeer: -.--

Mi puntuación: 8.5/10



Gracias a Alfonso y Laura, con los que pude tener una amena y entrañable charla, me llegó la cerveza especial de los Arévakos, la P.K. 1895, una cerveza «klandestina» elaborada en exclusiva para el Bar Borobin de Madrid.

Lo primero que me llamó la atención fue el nombre, la dedicación a Pierre Kropotkin, quien no tenía ni idea de quién era, pero la Wikipedia sí: el príncipe Piotr Alekséyevich Kropotkin  (Moscú, 9 de diciembre de 1842 - Dmítrov, 8 de febrero de 1921) fue geógrafo y naturalista, aparte de pensador político ruso. Es considerado como uno de los principales teóricos del movimiento anarquista, dentro del cual fue uno de los fundadores de la escuela del anarcocomunismo, y desarrolló la teoría del apoyo mutuo. El 1895 intuyo debe ser alguna fecha importante de su vida.

En cuanto a la cerveza en sí, acogida con gran éxito allá donde ha sido degustada, presenta un color marrón no muy oscuro, opaco y una mínima capa de espuma beige que desaparece al poco, aunque estaba avisado de picarla un poco al tirarla.

Nada más acercarla a la nariz la mente se te va a las birras trapenses: Rochefort, Chimay..., intenso aroma a mezcla de maltas que despiertan tus glándulas salivares al instante, cereal, tostados, frutos negros y especies.

En boca el trago es complejo, sin un sabor claramente predominante sobre los demás, chocolate, biscuit, maltas tostadas y aromáticas que le dan un sabor intenso y complejo, inicialmente dulce y rápidamente contrarrestado por las especies y el punto de amargor del lúpulo. Su 8% ABV se integran con suma facilidad en el conjunto, apareciendo poco a poco a medida que se calienta, pero sin exceder en protagonismo.

Cuerpo medio, retrogusto prolongado y sabroso, amargor bajo
En cuanto al maridaje, me aconsejaron un guiso de rabo de toro, pero la verdad es que no las tenía todas conmigo de como podía salir eso de la cocina; aunque he de confesar que con un queso curado de oveja en aceite y unas tostas de foie con mermelada de ciruelas, pegaba de maravilla.

Bravo de nuevo por los guerreros Arévakos que han logrado otra cerveza excelente.

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