11 diciembre, 2014

Jornada Home Xxx-er

No... No penséis mal...

A pesar de tantas equis la cosa no va de pornografía casera, que uno ya no está para esos trotes y más vale que ciertas cosas queden en la intimidad más íntima. El tema es que como no nos fuimos a ningún sitio este puente por motivos diversos, decidimos dedicar el lunes a hacer productos caseros.

¿Una cerveza? Pues tampoco. Pero como ésto pretende ser un blog relativo al mundo de la cerveza, y como somos un poco friquis, pues intentamos unir otros dos home xxx-er que también nos gustan: el pan casero y el queso casero.

La primera cosa que me rondaba por la cabeza era hacer un queso con cerveza. Había visto un post por internet que luego he sido incapaz de volver a encontrar, en el que un chico hacía queso con una cerveza trapense; además de los ya conocidos quesos de Chimay y otras cerveceras. 

Indagué bastante sin resultados, pues sólo encontraba recetas que curaban la corteza con cerveza (Chimay) pero no que la añadieran. Estaba ya desistiendo del tema cuando en el Diario de Burgos, me encontré con este artículo sobre la empresa Sasamón, la cual lanzaba un queso elaborado con cerveza y que me ofrecía el dato que necesitaba. La cantidad de cerveza por litro de leche más adecuada. Aunque no estaba del todo definido, ellos añadían 60 litros de birra por cada 1000 de leche.

Más contento que unas castañuelas saqué una de mis cervezas A que Jode!, una strong dark ale belga, y con la excusa de necesitar 60 ml para el queso, mi mujer y yo nos trincamos el resto mientras preparábamos el queso.

El proceso de elaboración del queso se podría resumir en fermentar, cuajar, moldear, desuerar y curar. Es un proceso nada cansado, pero que como todo suele tener bastante tiempo muerto entre fase y fase.

La cerveza se añade en el momento de cuajar la leche, junto con el cuajo y era la parte que no tenía clara, pues la cerveza podía cortar la leche. Como podéis ver en la siguiente foto, la cosa funcionó perfectamente y allí estaba nuestra cuajada, lista para pasar al molde.

La mezcla ha cuajado perfectamente
Una vez en el molde hay que esperar desuerar, mientras lo vamos girando para que no se deforme en exceso. El proceso acaba cuando ya casi no sale líquido.

Enmoldando
Desuerando
Lo sacamos del molde y lo salamos. Ya está listo para meterlo en la nevera y esperar las dos semanas de rigor para que cure lo suficiente para comérselo.

Salado
Listo para curar en la nevera

Ya os contaremos como está.

Pero no contentos con eso, para aprovechar el tiempo, también hicimos pan a la misma vez, con la particularidad de añadir a la harina de trigo un pequeño porcentaje de harina de malta tostada (eso ya os mola más).


El resultado fue este estupendo pan de miga y corteza marrón que está cojonudo, por ejemplo para mojar un par de huevos fritos o para las tostadas de la mañana.

Fermentando
Resultado final
Ñam... ñam

¡¡¡Ah... Cómo nos gusta ser home xxx-er!!!

6 comentarios:

  1. Uuuummmm!!!!!
    El pan tiene una pinta cojonuda. Ya comentaras como ha ido el queso. Pan, queso y Birra, la santísima trinidad.

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    1. Amén!
      El pan está muy rico, la verdad. A ver que sale con el queso

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  2. Buuffff!!! Qué pintaza!! El pan tiene un aspecto genial, pero tengo especial curiosidad por el queso... Investigaré sobre el tema, jejeje! Gracias por compartirlo!! Un saludo!

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    1. Investiga y me cuentas, a ver si entre varios logramos algo digno.

      Saludos!

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  3. Vaya, vaya, me has puesto los dientes largos...

    Ese queso debe estar buenísimo, ya nos contarás, y el pan tiene una pinta estupenda...:P

    Un saludo.

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