Volvemos a las andadas por temas laborales, que esta vez nos han llevado a hacer una breve visita a Berlin (casi sin tiempo para nada) y Wroclac (o Brestlavia), una animada localidad polaca que nos recibió con un mercado navideño y un par de interesantes locales para degustar cerveza.
El primer lugar que nos recomendaron fue la cervecería/restaurante Spiz, una microbrew que se encuentra en una esquina de la plaza del mercado, centro de diversión de la localidad.
Nada más bajar por las escaleras de acceso al local, vemos una serie de bonitas pinturas en la pared, referentes a la tradición monacal de la cerveza y su consumo por el pueblo.
El local se divide en dos partes diferenciadas pero conectadas entre sí. El pub tiene una ambientación brutal, siendo difícil encontrar una mesa vacía, y donde se reúne una gran cantidad de gente joven, pues la ciudad cuenta con una afamada universidad. El restaurante, más sobrio, se encuentra en un piso diferente.
En el local se pueden degustar sus cervezas a un precio realmente bueno, unos 2.5 - 3 €/0.5 L. La carta consta de 10 variedades, aunque al tener algunas referencias estacionales, puede que varíe a lo largo del año.
Empezamos probando su Jasne Mocne, una Imperial pils de color dorado/ámbar turbio, maltosa y con buen cuerpo, donde se aprecia el sabor de la levadura fresca y con un potente deje de alcohol.
Seguimos con su Piwo Cienne, una dunkel con sabores tostados y presencias de café y chocolate bastante acentuados, que aprovechamos para cenar. La carta es muy variada, aunque predominan los platos elaborados y se nota la poca costumbre de los países no mediterráneos de picar algo con la cerveza.
Yo me decanté por una ternera enrollada y chucrut, col fermentada muy típica de toda la zona. La verdad es que estaba riquísimo y la cerveza le pegaba a las mil maravillas.
Para bajar la cena, me decidí por un experimento, la piwo jablkowe, o lo que es lo mismo: cerveza con manzana. En la zona se elabora bastante sidra natural, pero a mi entender esta versión de cerveza no es nada acertada, perdiéndose las buenas cualidades de ambos productos en una mezcla que no aporta ningún matiz interesante.
Sin duda, pese a no tener una gran carta de cervezas, el Spiz es un local muy recomendable por su excelente y festivo ambiente, sus cervezas artesanas a un precio fantástico y su exquisita cocina. Imprescindible.
Yo me decanté por una ternera enrollada y chucrut, col fermentada muy típica de toda la zona. La verdad es que estaba riquísimo y la cerveza le pegaba a las mil maravillas.
La cena. Cocina típica polaca |
Para bajar la cena, me decidí por un experimento, la piwo jablkowe, o lo que es lo mismo: cerveza con manzana. En la zona se elabora bastante sidra natural, pero a mi entender esta versión de cerveza no es nada acertada, perdiéndose las buenas cualidades de ambos productos en una mezcla que no aporta ningún matiz interesante.
Sin duda, pese a no tener una gran carta de cervezas, el Spiz es un local muy recomendable por su excelente y festivo ambiente, sus cervezas artesanas a un precio fantástico y su exquisita cocina. Imprescindible.
Alambiques |
Detalle de los tiradores |