Año nuevo, propósitos viejos (somos demasiado mayores ya para cambiar). Y como no podía ser de otra forma, volvemos a intentar retomar nuestro blog cervecero, que últimamente envejece en el olvido mientras el triste cántico de la Tortuga se dispersa por los confines de la inconstancia típica de los Géminis, que nos hacen saltar de una afición a otra con rapidez e intensidad.Le toca el turno a nuestro proyecto Coleccionismo Cervecero, que en alguna de las vidas en las que pienso reencarnarme (estar listos para el GuepardoBeer) espero lograr afianzar, porque lo que es acabar, mucho me temo que es misión imposible.
2015 fue el año en que viajamos a tierras normandas y bretonas, de la que dimos buena cuenta de cuanta cerveza nos calló en el pico, y que podría calificarse de una experiencia muy ambrée. Y nadie mejor que la señorita Oh là là, Parisienne femme fatale allá donde las haya, la encargada de mostrarnos nuestras nuevas adquisiciones....
