13 junio, 2017

Birras especiales #1

Nueva sección para hablar de esas cervezas que tienen algo más de historia que el mero hecho de probar algo diferente o saciar la sed.

Aunque siempre se puede decir que cada momento es especial, los hay que son aún mucho más especiales por diversas circunstancias. Éste es el caso que nos ocupa.

Iniciamos la historia (aunque originalmente no iba a ser la primera), con la historia de un camino: El Camí del Nord o Camí del Exili, que como su nombre indica era la ruta de penoso peregrinar para todos aquellos que durante la guerra civil española tenían que huir a Francia para poder salvar la vida.

Hoy en día es uno de los muchos senderos de gran recorrido (GR) que recorren España y que, en este caso, nos lleva desde la orilla del mar en Mataró hasta coronar la pica del Canigó. El pico, de 2784 m de altitud, tiene un gran simbolismo para los catalanes, inspirando leyendas, canciones y poemas durante siglos.

Una de las tradiciones más bonitas es la Flama del Canigó, tradición por la que cada 22 de junio la gente sube para encender una hoguera que se vigila durante toda la noche. Al día siguiente se baja hasta Perpiñán con antorchas encendidas de esa hoguera y vuelve cada uno a su lugar de origen para encender todas las hogueras de la noche de San Juan.

En verdad es un pico más que accesible a todo el mundo, por lo que siempre está a tope de gente. Nosotros subimos en una etapa doble, desde Prats de Molló, por el refugio de Marialles, en el que sorteamos un desnivel acumulado total de 2700 m aproximadamente, lo cual hace más que especial las dos cervezas que allí tomamos: la tradicional Leffe Blonde y Edelweiss wit.

No serían las cervezas que uno escogería si pudiese elegir, pero sin duda, sientan de muerte después del esfuerzo y la satisfacción de haber llegado hasta allí.

Salut!!!

Leffe. En el refugio de Marialles, tras 1600 m de desnivel.
El momento más esperado!
Celebrando la llegada al refugio de Cortalets, fin del trayecto.

2 comentarios:

  1. Muy merecida esa birra en el refugio tras la cumbre, seguro que os supo a gloria. Saludos.

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    1. La verdad es que sí. Sobre todo después de hacer todo el camino desde Mataró (menos una etapa que no pudimos ir) y, la verdad es que la primera jornada fue durilla.

      Saludos!

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